En la actualidad hay un sinfín de herramientas que puede utilizar un analista web. No requieren de ningún acceso restringido. Además, se pueden tener una infinidad de datos sobre lo que está ocurriendo en la web. Sin embargo, es necesario tener la capacidad para leerlos e interpretarlos.
Lo complicado en el proceso es medir lo que ocurre en los medios sociales y en el exterior a la web. “Hay muchas formas de saber qué se dice de nosotros por el mundo electrónico. Sin embargo, sólo hay una herramienta para comprenderlo y entresacar el discurso que sale de esas intervenciones”.
Analista web
La principal herramienta con la que cuenta un analista web es con su propio sentido común. Además, de la capacidad para analizar todos los datos que son recopilados. Todos estos, por medio de distintas metodologías según lo requiera el caso.
“Para ser analista web hay que vivir en Internet, conocer cómo funciona la web que vamos analizar, y desarrollar hipótesis acerca de por qué las visitas se comportan como se comportan”. Las hipótesis desarrolladas serán las guías para el camino de cómo desarrollar un análisis adecuado.
Se tienen que tener una multitud de conocimientos y experiencias para poder llegar a las conclusiones esperadas. La labor de un analista web es construir una conclusión tomando en cuenta cada acción por más pequeña que sea. Además, debe tener una capacidad de abstracción para poder darle estructura a los datos obtenidos.
“La parte tecnológica del analista es quizá la que más cuesta justificar, hay que tener conocimiento del medio en el que nos movemos, pero la finalidad de la analítica web pocas veces tiene que ver con la tecnología y más con las personas que la utilizan”. Aunque el analista tiene que configurar todo para poder extraer los datos, no es el centro de su actividad.
