El objetivo principal de toda metodología de medición, es medir el customer journey. Tomando en cuenta lo que se puede controlar y lo que se puede inferir de acuerdo a información intuitiva.
Medir el customer journey
Tomar en cuenta lo que no se puede controlar
- Definir los objetivos específicos y el general.
- Realizar un check list de los objetivos, estipulando las acciones que permitan conocer si se están cumpliendo los objetivos.
- Etiqueta de forma adecuada cada una de las acciones que se quieran implementar. Además, de establecer una visión completa de la actividad de marketing.
- Estrategia de uso de cookies. Además, sirviendo para conocer mucho mejor el comportamiento que refleja el cliente en las distintas etapas.
Inferir aquello que no se puede controlar
Todo lo que no se puede controlar, se enfoca en aquellas acciones que ocurren antes de que se entre contacto con el usuario. También, por medio de las acciones antes mencionadas. Es decir, en este punto debe tomarse en cuenta todo aquello que hace el usuario antes de convertirse en cliente. Además, lo que no se puede medir de forma sencilla.
- Utilizar herramientas de escucha y monitoreo continuo.
- Se deben rastrear todas aquellas opiniones de los clientes. También, inferir en aquellas webs donde están inmersos los clientes potenciales y verificar el flujo de trabajo.
- Implementar encuestas tanto en webs, como en tiendas físicas. Esto, para llegar a entender mejor las motivaciones del cliente e implementar una interacción exitosa.
- Analizar tendencias actuales de tráfico, siempre innovando para conseguir el posicionamiento.
Si se combina una metodología de medición, con todos los puntos mencionados, se tendrá una visión mucho más clara de lo que ocurre en las distintas etapas del Funnel. Además, de evaluar las actividades del cliente en las páginas de la competencia. Todo esto, permitirá un mejor control de todo lo relacionado con el cliente.
