La tipografía dice mucho de tu marca

En la tipografía, al igual que con los colores, existe una psicología que genera una respuesta en el consumidor dependiendo del tipo de letra. Por lo cual es muy importante saber escoger al momento de diseñar el logo, una publicación o de cualquier comunicación. Lo más recomendable es elegir una tipografía que se adapte a la personalidad de la empresa.

Una mala tipografía puede resultar en un efecto no deseado, las publicidades y campañas no tendrán el alcance estimado.  Los sentimientos que una fuente puede causar es totalmente involuntario para el consumidor. Aunque cada empresa realiza su análisis para saber que estilo de letra le funciona mejor.

Elegir la fuente según lo que se desea comunicar

Si bien existen una cantidad infinitas de fuentes, estas se dividen en 5 grandes grupos: serif, sans serif, script, modernas y decorativas. Cada grupo está adaptado a cubrir una necesidad de identidad y emocional que puede tener la marca.

Empezando con las serif o serifas conseguimos que tienen unos remates en los extremos, hacen alusión a las letras de la Roma Antigua y las egipcias. Son utilizadas para  textos largos, ya que los remates ayudan a guiar la vista. Se perciben como elegantes, serias y respetables. Algunos ejemplos son: Garamond, Times New Roman y Palatino.

Las sans serif por su parte no poseen serifas, son llamadas también de palo seco por sus trazos rectos y por no parecer hechas manualmente. Son muy utilizadas en el ámbito comercial, especialmente en avisos cortos y de gran tamaño. Son modernas, alegres y minimalistas. Entre ellas están: Arial, Bauhaus y Tahoma.

Script o manuscritas son aquellas que están en cursivas, parecen caligrafías. Suelen utilizarse para títulos o firmas, ya que posee trazos finos que afectan la legibilidad del texto. Transmiten afecto, elegancia y un toque de creatividad. Bradley Hand, Lucida Handwritting  y Harrington son algunos ejemplos.

La tipografía Moderna evoca la geometría y muestra uniformidad en el grosor de sus carácteres. Tal como su nombre lo indican le agregan modernidad a los escritos, como es el caso de Centhury Gothic, Candara y Dotum.

Por último tenemos las Decorativas o de fantasía, son todas aquellas que no se adaptan a ninguno de los grupos anteriormente mencionados. En su mayoría fueron creadas con un fin específico. Su valor viene dado por la capacidad que tiene de llamar la atención. Una de las más conocidas es la tipografía de Disney.