Por fin te han llamado del trabajo que deseabas. Llega el primer día y tienes los nervios a un nivel extremo. Te da miedo fracasar en el primer intento y que vuestro jefe se arrepienta de haberte contratado. No hay de qué preocuparse, si se tienen los conocimientos adecuados, solo es cuestión de controlar un poco la ansiedad y con estás técnicas que les mostraremos a continuación, podrás superar ese tan esperado primer encuentro con el trabajo y sobrevivir en el intento de forma sencilla.
Evitar el auto – saboteo
En la mayoría de los trabajos, los jefes suelen tener paciencia con la persona que apenas está comenzando. Casi siempre se comenten errores debidos a los nervios y no a la falta de conocimientos en el área. Muchas veces nos auto- saboteamos. Al pensar que por no saber algo nos van a despedir automáticamente o quedaremos mal ante el jefe. Por lo tanto, buscamos hacerlo, pero al no tener los conocimientos lo hacemos mal. Es necesario que el primer aliado que tengas sean vosotros mismos. Mantener la calma y el enfoque del por qué se está en ese lugar sera esencial.
Toma la iniciativa
Mantener la calma es necesario, pero si hay algo en el ambiente de trabajo con lo que no se sientes cómodos o consideran que necesita mejoras es necesario tomar la iniciativa. Proponerle a algún supervisor una nueva forma de realizar una activad. O quizá la manera de comunicación con respecto al equipo interno.
Ambiente de trabajo: compañeros
En el primer día de trabajo casi todos son muy agradables. Sin embargo, esta situación podría no durar, ni una semana. No tiene que ver necesariamente con vuestra forma de ser. A veces simplemente dos personas no encajan y otras sí. Por eso, es muy saludable crear lazos armoniosos, si los amistosos no se pueden. Mantener un ambiente óptimo garantizará mejores resultados y mejorará en gran medida la comunicación. Por supuesto, si consigues alguna amistad, no dudes en mantenerla.
Ver antes de hacer
Sí, es el primer día y la emoción y ganas de realizar el trabajo están a flor de piel. Sin embargo, tener las ganas, no siempre es garantía de un buen desempeño. Una recomendación y quizá la más importantes es observar antes de hacer. Hay que fijarse bien cómo se realizan las asignaciones en ese lugar. Si es posible pedir un manual escrito u oral de lo que se debe hacer. Tomando en cuenta las letras pequeñas, es decir, esas recomendaciones que a nadie se le ocurre decir, si no hasta que se hizo mal algo.
