Netflix pone de “pelos” a la televisión convencional

Si hasta ahora la televisión había sido el medio rey por excelencia en nuestro país, parece que la “caja tonta” ha topado con un rival con el que le será más que difícil competir e incluso puede suponer una seria amenaza para su superviviencia.

Con el consumo de televisión cayendo en 12 minutos en septiembre en relación al mismo mes del pasado año, las principales cadenas ya ponen sus barbas a remojar y buscan nuevos métodos que les devuelvan la gloria de tiempos pasados.

La aparición de Netflix, no solo en nuestro país sino también a nivel mundial, ha provocado un descenso de las audiencias de televisión y se corre el peligro de una bajada de inversión publicitaria en este medio.

Y es que, la enorme variedad de contenidos que oferta junto con un más que asequible precio, han conseguido camelar al público más deseado por los marketeros, los millennials.

Estos jóvenes son cada vez más tendentes a olvidarse de la forma de consumo lineal y optan por contenidos bajo demanda, acorde a sus intereses, sin restricciones de consumo y sobre todo, sin los molestos cortes publicitarios.

Ante este panorama, los grandes grupos de comunicación ya comienzan a tomar dos vías para evitar el posible desastre.

Por un lado, se enfocan en atraer a los preciados millennials a través de sus plataformas online en los que ofrecen sus programas y series en diferido y bajo demanda y apostando por formatos que cuyo interés dependa de verlos en directo.

Por otro, buscan también retener a la audiencia adulta con contenidos específicos de su interés para retenerlos ante las pantallas tradicionales.

Teniendo en cuenta a la avejentada población española, lo cierto es que las cadenas todavía tienen asegurado su porvenir más próximo pero, con estas tendencias de consumo y la mayor migración de los millennials, deberán estrujarse mucho los sesos y salir de su zona de confort si quieren seguir siendo la primera opción para los consumidores.