Los clientes usualmente compran en la primera o segunda visita a la página. Además, de solo reflejar el final del proceso de compra. Los usuarios compran a veces sin contar con la marca.
Concretar compra sin contar con la marca
Cuando el usuario interactúa por primera vez con una marca, no existe una confianza cliente-marca. El cliente prácticamente tiene decidida su compra sin tomar en cuenta lo que representa la marca.
Todo esto, debido a que se informan sobre el producto en otras webs, redes sociales, directo en la tienda de la marca o preguntando a sus conocidos. Al momento de llegar a la web, ya tienen estipulado lo que van a comprar. Además, no se puede medir el proceso de compra ya que el cliente deja pocas “pistas” de sus intereses o necesidades. Por lo cual, se dificulta la parte de la evaluación del proceso.
Esto quiere decir, que las etapas de awareness y parte de la de consideration han desaparecido o reducido al máximo. Esto genera, que las webs no puedan ser controladas y se complica mucho el estipular cuales son los factores que pueden ser medidos por la marca.
Necesidad de controlar el proceso de decisión de compra completo
Se debe tener la capacidad en esos sitios donde los clientes empiezan a informarse del producto que se ofrece par así tomar su decisión de compra. Si esto no se hace, no se puede controlar la cantidad ni la calidad de los leads que se suman.
Cuando la marca se centra en los leads que llegan a su web, se actúa sobre las personas que ya tienen prácticamente la decisión tomada sobre el producto a comprar. Por esto, el margen en que se aplican las estrategias, es mínimo.
Para que una marca alcance el éxito, debe medir más y mejor. Además, de controlar el proceso de decisión. No es una tarea fácil, pero para optimizar las estrategias, se debe tener una visión más completa del cliente.
