Si bien es cierto, la imagen de una marca es su representación gráfica. Por ello, se deben tomar en consideración los aspectos filosóficos de la organización. Para poder tener una verdadera representación, el logo de la marca debe intentar reflejar sus objetivos, misión y visión.
Además, es fundamental que la imagen sea fácil de recordar por los consumidores. Es por ello que las imágenes de grandes marcas son en ocasiones muy simples. Son logos sencillos pero recordados por el público.
Por su parte, el diseño creativo de una empresa juega un papel fundamental. Pues, es muy importante contar con todo lo relacionado a la imagen visual de la marca en cuestión. Se debe tener logotipo, isologo, imagotipo, entre otros.
La imagen de una marca y su simbología
Por otro lado, el contenido visual de las marcas debe ser fácilmente comprendido por el consumidor. No es recomendable utilizar imágenes abstractas o con significados desconocidos.
En otro orden de ideas, los colores tienen un impacto. Es importante conocer el significado de cada color dentro de la publicidad. De esa manera, podrás optar por utilizar los colores adecuados para crear la imagen de tu marca.
Además, la psicología del color te permite manipular la mente del consumidor y alcanzar un posicionamiento deseado. Una buena imagen se basa en saber conceptualizar los aspectos filosóficos de la marca en un contenido visual.
Por lo general, cuando se comienza a crear una empresa se definen todos los aspectos filosóficos de la misma. Posteriormente, se comienzan a crear todos los contenidos visuales de la marca. De esa manera, existe concordancia entre la imagen y su filosofía.
Aunque la personalidad de una marca se determina por la calidad de sus productos o servicios. La imagen en sí determina las relaciones sociales y la publicidad. Sin embargo, su existencia es fundamental en todas las empresas.
