Seguimos con la serie de artículos que están inspirados en uno de los libros de marketing más importantes: 22 leyes inmutables de marketing. En esta oportunidad, presentamos la penúltima ley del libro: la ley de la aceleración.
En el post anterior, hablamos de la ley de la nota sensacionalista. Básicamente, la esa ley nos habla de la nota periodística. Pues, muchas veces cuando los clientes se quejan o denuncian un mal servicio, lo hacen a través de una nota de prensa. Por ende, la ley anterior nos dice que debemos utilizar las notas periodísticas para destacar lo positivo y no lo negativo.
Sin más preámbulo, es momento de iniciar con la ley del día de hoy. La penúltima ley que presentamos es: la ley de la aceleración. Continúa leyendo para que conozcas más de dicha ley.
La ley de la aceleración
Por su parte, esta ley nos invita a conocer o detectar todas las tendencias que puedan estar vigentes. Pues, es la mejor manera de acelerar el crecimiento de tu marca o empresa.
Si bien, el crecimiento de una marca se genera a través de una estrategia de marketing. Sin embargo, a veces el proceso tiende a ser un poco lento. Por ende, en algunas ocasiones aprovechar las tendencias representa una herramienta de aceleración para las marcas.
Es por ello que en la actualidad las marcas más importantes recurren a los llamados influencers. Pues, los seguidores de esa personas van a adquirir el producto que ofrece la marca por el simple hecho de utilizarlo su influencer favorito. Lo mismo ocurre con los artistas, cantantes y demás personalidades del medio artístico.
Por otro lado, es importante que se utilicen tendencias positivas al momento de hacerlo. Ya que, utilizar una tendencia negativa podría darle mala fama a la marca en cuestión. Siempre es fundamental poder tener un impacto positivo sobre los consumidores.
También, es fundamental que disfrutes del proceso. Sí estás haciendo las cosas bien, tarde o temprano vas a triunfar con el producto que ofreces. Simplemente se trata de tener paciencia y disfrutar de todos el proceso.
