La empresa española KIO–AI desarrolló una herramienta tecnológica, basada en la inteligencia artificial Watson de IBM; para identificar y prevenir casos de acoso escolar. El programa, bautizado WatsomApp, combina juegos on line y conversaciones con robots humanoides (QBO y Snow).
Detecta los conflictos en las aulas e identificar a alumnos que pueden estar siendo hostigados; así como a los líderes y a aquellos que están más aislados y pueden ser más vulnerables.
Gustavo Beltrán, fundador y director de KIO-AI, aseguró que usar un robot facilita la interacción de los niños. Hace que se sientan más confiados y cómodos para sincerarse, que si están ante una figura de autoridad como los maestros, los padres o los psicólogos.
“Sienten que es algo cercano, y además el robot es neutro, no juzga y no emite energía positiva ni negativa; no tiene días buenos o malos para hablarle”, dijo.
La herramienta de inteligencia artificial, puede funcionar a través de móviles, tabletas u ordenadores. Se aplica en algunos centros educativos de España y Perú. Inicialmente se aprovecha la clase de informática para que los alumnos, a través de un juego, pasen una serie de pruebas diseñadas por psicólogos y pedagogos.
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WatsomApp y la inteligencia artificial
Con los resultados de esas pruebas, la inteligencia artificial identifica qué niños tienen perfil de acosado, de acosador, cuáles son observadores pasivos, cuáles niños invisibles; y en función de ese contexto, un bot chatea luego con ellos en clase para que, finalmente, pasen a conversar con el robot.
La inteligencia artificial del robot tiene en cuenta tanto el lenguaje como el tono con que hablan los niños para analizar sus emociones.
Con toda esa información se elabora un informe para los profesores, orientadores y la dirección del centro con predicciones de qué puede estar pasando en el aula; el perfil de cada alumno, la probabilidad de que determinados niños estén siendo víctimas o agresores; ofrece las recomendaciones sobre las acciones más efectivas a aplicar en cada caso.
“Nuestra inteligencia artificial mide la cohesión del grupo, la segregación por género, los niños vulnerables, identifica las alianzas y enemistades, y eso resulta muy útil para que el centro adopte medidas que mejoren la convivencia y prevengan futuros conflictos”, explicó Beltrán.
Señaló que el programa se pasa una vez al trimestre. Se puede seguir la evolución y comprobar qué acciones están resultando más efectivas; algo de lo que toma nota la propia máquina para futuras recomendaciones.
A los niños le gusta WatsomApp porque no juzga
Sus creadores aseguran que a los niños les es más fácil sincerarse con un humanoide porque no juzga.
Mónica Cernuda, directora de plataformas de IA y Cloud en IBM España, explicó que las conclusiones de la inteligencia artificial las revisan siempre los pedagogos y psicólogos, que son quienes toman las decisiones.
“Lo que se pone a disposición de los profesionales es información objetiva basada en lo que dice el niño; para que adopten las acciones necesarias”. Respecto a lo que el robot “etiquete”; o levante sospechas sobre los alumnos a partir de comentarios subjetivos de sus compañeros. Tanto Beltrán como Cernuda señalaron que la clave es que los profesores tengan información sobre lo que pasa.
“Tener datos minimiza los riesgos de etiquetas. Las personas también tenemos sesgos y podemos encasillar a los niños sin información objetiva y cuantitativa”.
Beltrán señaló que en los dos centros donde se hicieron las pruebas el sistema lleva funcionando dos años. Han observado la eficacia del WatsomApp para mejorar la convivencia en las aulas. “Algunas de las acciones recomendadas han demostrado ser capaces de rebajar el conflicto hasta un 70% de ocasiones”, expresó.
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