Muchas pequeñas empresas prefieren no contratar a un contador y transferir esta función a una empresa especializada. EL ahorro de dinero es el argumento más obvio en apoyo de las cuentas de “terceros”. No hay gastos de contador, no necesita destinar un lugar de trabajo ni contribuciones especiales a los fondos. Pero la mayoría de los beneficios de la contabilidad externa no son tan evidentes.
Principalmente, el nivel garantizado de mantenimiento de registros. Contar con una firma de calidad de un proveedor externo conduce al mismo tiempo, a que decenas de empresas cuenten con la ayuda de un experimentado equipo de contadores. Sin embargo, la calidad del cumplimiento de la contabilidad la comprueba cada proveedor externo. Esto requiere conocer las normas internas de trabajo, tecnologías especiales y muchas cosas que para el auditor no siempre son recomendables. Para el cliente, que es uno de los puntos fundamentales: el control de mantenimiento de registros estándar ayuda a encontrar y corregir errores en el momento de la imposición de sanciones. Por lo que recomendamos para aclarar este punto, conversar con su socio potencial.
La política de precios flexibles es otro de los beneficios de la contabilidad externa
Es importante contar con una tecnología especial para controlar la calidad de los socios sin perjuicio de la información comercial. La continuidad del servicio es uno de los principales beneficios de la contabilidad externa. Cada cliente es atendido por un equipo completo de profesionales. Con este enfoque, se excluye la situación en la que el contador se ve repentinamente enfermo, se retiró o se fue de vacaciones, y no es posible la presentación de informes de inactividad.
Un número de compañías de outsourcing hacen que sea posible pagar los servicios reales según la actividad del negocio. El sistema fiscal y el número de transacciones de la red siempre deben ofrecer una selección de tarifas. Es decir, un cálculo individual de la base del costo según la cantidad de transacciones.
