Inteligencia artificial en el marketing digital. Parte I

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Evolución de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial ha sabido posicionarse en los últimos meses. Y es que la mayoría de marcas los están implementando en sus productos. Básicamente, la mayoría de labores diarias pueden ser realizadas por robots o máquinas inteligentes.

Sí bien, la inteligencia artificial es la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas. Por lo general, estas máquinas inteligentes tienen la capacidad de aprender, razonar y realizar ciento de actividades.

Aunque muchas personas consideran que la inteligencia artificial es algo nuevo, no es así. Sus primeros pasos fueron a mediados de 1956 en la Universidad de Dartmouth. Un grupo de científicos, comenzaron a buscar la manera de implementar la inteligencia humana en máquinas o robots.

Sin embargo, no fue tan fácil lograr un resultado favorable. Fue hasta 1997 que se creó el primer dispositivo con este sistema incluido. Desde ese momento, la inteligencia artificial se clasificó en dos sistemas: IA débil (diseñada para una tarea particular) e IA fuerte (encontrar soluciones o tareas desconocidas)

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Avances de la inteligencia artificial

Conforme pasan los años, se puede evidenciar que la IA está presente en diversos aspectos de la vida cotidiana. Un ejemplo claro de ello es el asistente del sistema operativo iOS. Siri, es la muestra de IA débil. Pues, el asistente personal solo se remite a responder y acatar las ordenes del propietario del smartphone.

En otro ámbito, los coches ahora funcionan bajo este sistema autónomo. Se puede comprobar su utilidad a través de los autos elaborados por Tesla, Uber y otras marcas. Esto quiere decir que la Inteligencia artificial va cogiendo cada vez más cabida dentro de todos los ámbitos.

En cuanto al marketing digital, se pudo comprobar a través de una encuesta que muchos mercadólogos utilizan la tecnología en sus labores. Más del 50% de los encuestados utiliza las nuevas tecnologías para tener mejor conexión entre las marcas y los consumidores. Mientras que un 30% evalúa la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías.

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